Por: Jhon Richard Martín, HEAD CABLING ANDEAN REGION de Furukawa Electric LatAm
Tras el inicio del calendario escolar, muchas instituciones educativas debieron realizar diferentes ajustes tanto de infraestructura como de nuevas tecnologías para brindar a los estudiantes, un servicio de calidad. Si bien muchos de ellos regresaron a las aulas, otros continuaron en clases virtuales, lo que implicó hacer una integración de nuevas tecnologías para afrontar el paradigma educativo que ha cambiado por completo en los últimos meses.
En la actualidad, muchas universidades, colegios e instituciones educativas han brindado espacios virtuales a sus estudiantes, educadores y personal administrativo, con el propósito de continuar fomentando los procesos académicos sin interrupciones. El sector educativo se está aproximando a un mundo hiperconectado, en donde las exigencias en la infraestructura de telecomunicaciones serán mucho más demandantes y, a su vez, determinantes para el desempeño y la experiencia entre los educadores y estudiantes.
Para afrontar los requerimientos de la Educación 4.0, se debe tener claro que las redes tradicionales están muy estancadas, así como la infraestructura que las soporta. Así que, las grandes cantidades de equipos, las salas técnicas dedicadas, el alto consumo energético operativo y hasta los sistemas de ventilación y aire acondicionado, deben contar con una infraestructura que sea capaz de ofrecer una alternativa “verde” y tener soluciones capaces de afrontar los retos educativos actuales y futuros.
Fibra óptica, en el aula
Es muy importante contar con redes de comunicación que respondan a las demandas de hiperconectividad en las aulas de universidades, colegios y escuelas. Para estas necesidades y necesidades futuras Furukawa recomienda la solución Laserway, una red basada en fibra monomodo con alta tasa de transmisión combinada con alta tecnología, transmisión óptica y el uso de divisores ópticos permitirá que una sola fibra sirva a docenas de usuarios de la red, con total control.
Este tipo de tecnología elimina la necesidad de conmutadores de red de acceso y distribución, que en general tienen un alto consumo de energía y requieren infraestructura y cuidados especiales. Así, el consumo de energía se reduce drásticamente, en promedio del 40% al 70%, y los equipos dedicados, generadores, UPS y aire acondicionado también se eliminan de la red.
Respecto al ahorro de espacio, las salas técnicas ya no son necesarias y pueden utilizarse para otros fines, como aulas, laboratorios y salas de estudio, generando una reutilización eficiente de los espacios. Además, las fibras ópticas monomodo, con un alcance de hasta 20 kilómetros de distancia, ofrecen importantes ventajas en los grandes campus universitarios, permitiendo que todo el control de la red se realice desde una única ubicación, independientemente de la distancia.
Finalmente, no es menor destacar el componente ecológico de estas soluciones que utilizan un 87% menos de plástico que las redes tradicionales representando una reducción significativa del impacto de la infraestructura en el medio ambiente. Este factor se combina con una reducción de hasta un 70% en el consumo de energía y un ahorro de espacio de hasta un 89%, lo que hace a esta tecnología de conectividad más amigable con el ecosistema.